Tengo la suerte de que la vida me lleve por caminos mágicos, aunque de frutos dulces.
Últimamente en todas las formaciones a las que asisto y participo, todas las ponentes, porque son mujeres con las ideas muy claras, nos piden que disfrutemos de los árboles de frutos dulces.
En este miércoles mudo, quiero rendir homenaje a ese árbol de frutos dulces, aunque de raíces amargas, llamado Paciencia.
En un mundo en el que se prioriza la inmediatez, saber apreciar y saborear los frutos de la paciencia es una virtud.
¿Cuándo has saboreado los frutos de la paciencia?
Hoy es mi cumpleaños, y ya no soy un niño. Me siento joven y he saboreado los frutos de éste árbol muchas veces. Si, la paciencia ha dado sus frutos, pero ha sido lento y tortuoso dentro de uno mismo. No es necesario exteriorizar para sentir y sentirse orgulloso de saber aguantar con mucha paciencia. Por supuesto el árbol de los frutos dulces está lleno de virtudes, la paciencia es sólo uno de sus sabores.
ResponderEliminarMe has hecho venir!! buen rincón para escribir, un cordial saludo!
Hola, Juan Carlos. ¡Felicidades!
EliminarMe alegra que te guste el sitio.
Totalmente de acuerdo con lo que planteas, la paciencia es una gran virtud que requiere un entrenamiento lento y constante.
¿Qué otros frutos has saboreado de esta árbol?
Un saludo y gracias por tu visita.
La indignación puede ser otro fruto amargo que más tarde se puede convertir en dulce. El perdón esun fruto duro al principio sobre todo si el daño es irremediable, pero saber perdonar te hace sentir mejor. Gracias por la felicitación. Saludos para ti y tus lectores!
Eliminar¡Sensacional, Juan Carlos! Tomo nota.
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