Hoy en día las emociones se utilizan como parte de la estrategia de marketing, a la hora de comercializar y dar visibilidad a un producto. Por ejemplo, la marca "Danone" no vende yogures, "alimenta sonrisas", los que compran los productos para alimentar sonrisas son los consumidores.
Lo mismo ocurre con otras empresas y marcas comerciales como "Dentix", que venden confianza en la sencillez de su metodología, a la hora de visitar al dentista, para rebajar el Miedo que supone visitar a este tipo de especialistas.
En el caso del Miedo, la emoción se ha convertido tanto en táctica y medio de venta y promoción, como en un producto en sí mismo.
Este artículo refleja una serie de investigaciones y reflexiones propias sobre el impacto social de las emociones y como intentan beneficiarse de este impacto, industrias, televisiones y hasta políticos, para tratar de conseguir lo que desean, jugando con las personas.