En la Era de la Conectividad y de la Inmediatez, en la que vivimos, hemos olvidado aprendizajes y enseñanzas que los grandes pensadores y filósofos, como Platón, quién entre otras muchas cosas, nos lego el arte de dialogar.
Hoy en día, muchas personas pretenden responsabilizar de sus acciones y emociones, a sus dispositivos, quizá por aquello de que se les denomina "aparatos inteligentes".
Estos dispositivos, en mi opinión, son un arma de doble filo, en ciertas comunicaciones, pues aunque nos proporcionan comodidad e inmediatez, no evitan generar ciertos conflictos emocionales y sociales, ya que estas son dimensiones meramente humanas, para las que parece que la sociedad del siglo XXI, todavía no está del todo educada o entrenada, y para las que las TICs no disponen de actualizaciones.
Este hecho se puede comprobar en ocasiones, en determinados grupos de Whats App, en los que algunas personas, creyéndose protegidas por las "pantallas negras" dejan fluir su discurso emocional, sin contar con que esta acción tiene su "efecto boomerang".
Para tratar de aportar un pequeño haz de luz, que ayude a mejorar la comunicación y el diálogo, os propongo estos tres sencillos pasos:
- Cultivar la Escucha: Se escucha para comprender, ya que sin actitud de escucha no hay diálogo ni comunicación, si no monólogos yuxtapuestos. Estar dispuestos a lo que el otro está diciendo, y tal y como lo está diciendo. La experiencia demuestra que necesitamos ejercitar el arte de la escucha, que es más que oír y que nos ayuda a encontrar el gesto o la palabra oportuna.
- Claridad en la Exposición: Uso de la razón para exponer el criterio personal, con sentidopositivo que genere cercanía y encuentro con el otro; lejos de cualquier imposición de la opinión propia, y sin aceptar la imposición ajena.
- Ponerse en el Lugar del Otro: en un paso más de la escucha, se trata de ver la materia de conversación desde el punto de vista del otro. Con frecuencia oímos con el filtro del propio punto de vista, preparando argumentos para rebatir, sin prestar la atención debida a los valores que hay detrás de los argumentos expuestos. En las cuestiones opinables, saber ceder la razón al de enfrente. Pensar distinto no debe impedir el diálogo.
Espero que estos tres pasos os faciliten la tarea a la hora de entablar una conversación, tanto de manera presencial, como en la versión 2.0.
Maravillosa entrada gracias santi feliz fin de semana saludos cordiales
ResponderEliminarMuchas gracias, Isidro!
EliminarIgualmente!
Un saludo.