En muchas ocasiones actuamos desde la cabeza, el corazón y las emociones de terceros, casi de manera automática y sin tener claro nuestro "para qué actuamos de ese modo", sin embargo con el tiempo, las emociones actúan, provocando sentimientos encontrados.
Estos sentimientos encontrados es lo que yo denomino como "Esguinces Emocionales". Un Esguince Emocional, se produce cuando hacemos lo contrario de lo que sentimos, intuimos o queremos, por el hecho de evitar confrontaciones o el miedo al "que dirán" o al "que pensarán" si decidimos ir por dónde nos guía la intuición.
Estos "Esguinces Emocionales", cuando se producen, causan mucho dolor y resentimiento interior, que si no se atienden, pueden provocar rupturas en las relaciones personales y sociales.
Al igual que cuando nos hacemos daño en una articulación al flexionarla al contrario de su natural, con las emociones ocurre algo muy parecido.
Cuando sentimos que debemos o no debemos hacer algo, que nos han propuesto es mejor manifestarlo de manera asertiva y empática, agradeciendo a la otra persona su intención hacia nosotros y manifestar nuestra decisión u opinión, pues si nos guardamos algo, esto puede crear poso del que nazca un nuevo resentimiento.
Si no habéis practicado estas pautas de comportamiento, os animo a ponerlas en práctica, pues aunque pueda parecer que el confrontamiento va a ser doloroso al principio, este dolor es ficticio y muy pasajero y al final vais a experimentar un mayor bienestar emocional.
Me encanta Santi, Una metáfora muuuuy acertada. Voy a usarlo, si me permite, dejando claro que el término es tuyo, por supuesto.
ResponderEliminarHola, Consuelo!
EliminarMuchas gracias por tu visita y por tu comentario.
Me alegra que te guste el artículo y la metáfora y es todo un honor, para mí que lo quieras utilizar en tus clases, charlas, talleres o sesiones. Utilízalo sin problema, permiso concedido.
Un abrazo!