6 Claves para disfruar de la Era del Emocionalismo

La sociedad en la que vivimos nos muestra que estamos ante un cambio de época, tan importante como el que se dio cuando el ser humano paso de la vida nómada al sedentarismo o como el que vivió la sociedad, tras la Revolución Industrial.

Ahora, ya sabemos construir y manejar máquinas complejas que nos han liberado de realizar los trabajos más pesados. Hemos desarrollado nuevos sistemas de información y de comunicación, con los que hemos cambiado hasta la forma de relacionarnos, venciendo tiempo y espacio. Hemos creado modernos medios y sistemas de transporte, con los cuales podemos viajar a cualquier lugar del mundo. Sabemos hasta controlar y calcular lo que producimos y las maneras más rentables de hacerlo.

Sin embargo, ¿Cómo podemos controlarnos a nosotros mismos? ¿Cómo manejar nuestras emociones y sentimientos, relacionados con las experiencias que vivimos cada día? Afortunadamente, empezamos a comprender lo que sucede en nuestro sistema emocional, un terreno fascinante, en el que todavía queda mucho por descubrir.

Para empezar a disfrutar plenamente del  Emocionalismo, os invito a poner en práctica estas 6 claves, para abordar este cambio de época:

Perdonar tus fracasos. Es más: ¡celébralos! Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad.

Agradecer lo bueno de la vida: Cosas grandes y pequeñas. Esa manía que tenemos de pensar que las cosas vienen dadas y siempre estarán ahí tiene poco de realista.

Hacer deporte. Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro segregue endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad.

Simplificar, en el ocio y el trabajo. Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello, Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez.

Aprender a meditar. Este sencillo hábito combate el estrés. a largo plazo, la práctica continuada de ejercicios de meditación contribuye a afrontar mejor los baches de la vida, superar las crisis con mayor fortaleza interior y ser más nosotros mismos bajo cualquier circunstancia.

Practicar una nueva habilidad: la Resiliencia. La felicidad depende de nuestro estado mental, no de la cuenta corriente. Concretamente, “nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Esto se conoce como locus de control o 'lugar en el que situamos la responsabilidad de los hechos.

Como conclusión, podría decirse que aceptar la vida tal y como es nos liberará del miedo al fracaso y de unas expectativas perfeccionistas.

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