Mindfulness es una palabra inglesa que se ha utilizado para traducir el término ‘sati’ que en pali, lengua nativa de la india, se identifica con conciencia, atención y recuerdo. En español se ha traducido como Atención Plena. El Mindfulness moderno está basado en el movimiento budista Vipassana, una antigua técnica de meditación india que consiste en tomar conciencia del momento presente y trata de prestar atención momento a momento, pensamiento a pensamiento, emoción a emoción, sensación a sensación… En definitiva, el cerebro se enfoca en lo que se percibe en cada momento.
Normalmente, transitamos por la vida prestando atención solo con una parte de nosotros mismos y lo mismo les sucede a los niños en clase, donde deben pasar muchas horas sentados y atentos a las explicaciones más o menos motivadoras según de lo que se trate y según el carácter e intereses del menor. La atención plena se puede convertir en una gran aliada en el aula, sin embargo, no es algo que se solvente de un minuto a otro, sino que se debe entrenar como si de un músculo más se tratara.
Un Programa de Mindfulness en el Aula puede ayudar a los niños de primaria a prevenir el estrés, fomentar el bienestar y mejorar el comportamiento. Ayuda a reducir el estrés o la ansiedad y favorece la creatividad. Además, puede ayudar a juzgar y valorar las situaciones con mayor claridad, a aumentar la resistencia emocional y a disfrutar más de lo que se está haciendo. No en vano, ya en 1890, el psicólogo William James entendía que una educación que mejore el control de la atención puede sentar las bases para unos sólidos aprendizajes.
Estos son algunos de los beneficios del Mindfulness en las Aulas:
- Mejora el aprendizaje, la atención, la creatividad y el rendimiento académico.
- Ayuda a concentrarse y a ignorar las distracciones.
- Favorece la regulación de las emociones, la tranquilidad y el equilibrio ya que es también una fórmula para la vuelta a la calma en trances de estrés, enfado o angustia, por lo que hace que los niños se sientan más seguros de sí mismos.
- Aumenta la introspección conociendo y entendiendo mejor lo que sucede en su interior lo que favorece también la empatía al poder entender lo que sucede a los demás.
- Mejora las habilidades prosociales como la paciencia, la empatía, la alegría por el bienestar de los demás.
- Desarrolla la compasión y la amabilidad hacia sí mismos y hacia los demás.
Bien. Pero si se trata de un adolescente de 18 años???
ResponderEliminarHola Margarita!
EliminarMuchas gracias por visitar el blog y por tu comentario, Margarita! Por supuesto que se puede practicar Mindfulness con jóvenes y adolescentes de 18 años.
Un saludo.